Por: Red de Reporteros Ucompensar Stereo – Las Infiltradas

Con motivo de los 30 años de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing, la Feria Internacional del Libro de Bogotá 2025 fue escenario de un diálogo intergeneracional entre feministas de distintas generaciones.

El legado de Beijing

Ana Cristina González Vélez, pionera del movimiento feminista en Colombia, compartió su experiencia como participante en ese histórico encuentro de 1995. Es médica, máster en investigación social en salud y doctora en bioética. Ha dedicado su vida al activismo por la igualdad de género, especialmente en el campo de los derechos sexuales y reproductivos.

La acompañaron Marianella Flórez Lovera, conocida en el mundo digital como “Me dicen Mar”, estudiante de Derecho con énfasis en derechos humanos y justicia social de la Pontificia Universidad Javeriana, y María Fitzgerald, literata con una maestría en Periodismo de la Universidad de los Andes y periodista enfocada en derechos humanos.

La conversación permitió recordar el impacto transformador de Beijing, donde más de 30.000 mujeres se reunieron con la expectativa de construir una plataforma global por la igualdad de género.

Ana Cristina relató cómo esa experiencia marcó su vida personal y profesional, y fue la base para su lucha por el derecho al aborto en Colombia. Una causa que parecía impensable en los años 90 y que hoy se materializa en una de las legislaciones más garantistas del mundo, gracias al movimiento Causa Justa.

Nuevas voces y perspectivas

Las participantes coincidieron en la importancia de la organización feminista en América Latina, que históricamente ha impulsado temas como:

  • El trabajo de cuidado

  • La violencia de género

  • Los derechos sexuales y reproductivos

También se destacó la capacidad del feminismo latinoamericano para cuestionar y transformar no solo leyes, sino estructuras culturales profundamente arraigadas.

Desde la voz joven, Marianella y María ofrecieron una mirada crítica al feminismo tradicional. Subrayaron la necesidad de un enfoque interseccional y decolonial que reconozca múltiples formas de opresión y amplifique las voces de mujeres racializadas, indígenas, rurales y empobrecidas.

Resaltaron además:

  • El valor de no pedir permiso para ocupar espacios

  • El poder de narrar desde la experiencia femenina

  • El papel transformador del desacuerdo expresado con argumentos

Redes sociales: aliadas y riesgos

Otro eje clave del diálogo fue el uso de las redes sociales como herramienta de visibilización y movilización. Si bien se reconoció su potencial para llegar a nuevas audiencias, también se advirtió sobre los riesgos de la desinformación y los discursos antifeministas que circulan en estas plataformas.

Por eso, insistieron en que el activismo no puede quedarse solo en lo virtual: hay que volver a encontrarse cara a cara, organizarse y construir comunidad.

Un mensaje para el futuro

El encuentro concluyó con un llamado a mantener la esperanza y la resistencia. Las nuevas generaciones no heredan un feminismo terminado, sino una lucha en constante evolución. Una lucha que requiere alianzas, memoria histórica y estrategias colectivas para seguir conquistando derechos.

Como dijo Ana Cristina:

El activismo vale la pena. Ilumina tu parte del mundo»

Si quieres profundizar en las voces, emociones y reflexiones que surgieron durante este diálogo intergeneracional, te invitamos a escuchar la breve entrevista que realizamos al finalizar el encuentro a las tres invitadas

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

WP Radio
WP Radio
OFFLINE LIVE